domingo, 15 de mayo de 2011

Casino de alimentos

Por Alfredo Zaiat (Pagina 12)

La intervención de bancos de inversión de Wall Street en el mercado de las materias primas es la causante de la agudización de desequilibrios globales, que en el tema de los alimentos se traduce en un mayor porcentaje de población que padece hambre en el mundo. En 1991, la banca Goldman Sachs diseñó un nuevo producto de inversión denominado derivado financiero, que consistía en un índice que reunía a 24 productos básicos, desde metales preciosos y energía hasta café, cacao, carne, maíz, soja y trigo. Ese fue el puntapié inicial. Durante una década ese índice no fue un vehículo de especulación desenfrenada porque los financistas estaban de fiesta con acciones de las puntocom, con deuda de los países periféricos, con créditos hipotecarios (subprime). En 1999 la Commodities Futures Trading Commission abrió esa puerta al desregular los mercados de futuros. Desde es momento las bancas pudieron jugar en toda dimensión en los mercados de granos, plaza que era un reducto accesible para operadores vinculados con la producción y comercialización de granos.

El casino global transfirió sus fichas a la mesa de juego de las materias primas agropecuarias. Entre 2005 y 2008 el precio mundial de los alimentos aumentó un 80 por ciento, y luego del shock por la caída de Lehman Brothers siguió subiendo hasta alcanzar máximos históricos en el primer trimestre de este año, según el relevamiento realizado por la FAO. El índice de Goldman Sachs ya no cotiza solo, sino que ese menú diseñado por bancas de inversión está integrado por otros 220 índices de todo tipo de materias primas. Esta configuración del mercado ha generado que “la oferta de alimentos del mundo no sólo tiene que enfrentarse a las limitaciones de la oferta y a los aumentos de la demanda de grano, sino también a este espurio mecanismo de alza artificial de los precios de los granos creado por la banca de inversión”, explica el especialista estadounidense Frederick Kaufman en el artículo “Cómo Goldman Sachs causó la presente crisis alimentaria”. De esa forma se ha consolidado un círculo perverso: cuanto más aumenta el precio de los alimentos, más dinero ganan los banqueros y más inflación se genera. En esa dinámica el poder se encuentra en el sistema financiero global y sólo la decisión coordinada de los países del G-20 puede empezar a ordenar ese desastre provocado por los banqueros. Habrá que detectar si los líderes de las potencias deciden enfrentar esa situación con una mayor regulación y firmeza para exigir transparencia en los mercados o continúan subordinados a una alianza con la banca que mantiene en zozobra sus economías.

Extracto de la nota de Pagina 12 del día 15/05/2011
La nota completa se puede leer en:
http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-168183-2011-05-15.html

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